En esta serie de investigando los arcanos menores nos adentraremos en el mundo de los arcanos menores. Cada publicación agrupará las cartas por número, en el que podremos participar en sus temas y diferencias. Para el primer episodio sobre los Ases haz clic aquí.
En contraste con la singularidad y el poder de los ases, los dos son todo dualidad y conexión. El uno puede ser el número más solitario, pero es fácil de identificar. Cuando pasamos a la pluralidad, las cosas se vuelven rápidamente interesantes y deliciosamente complejas.
Cuando miramos las cartas del tarot por número, sus atributos están influenciados por su suite. Algunas suites son complementarias y otras son, bueno, un poco más complicadas. Por ejemplo, la idea de dualidad es expresada por el juego de copas como una de armonía y unión. En cambio, la irritación mental de las espadas da una interpretación diferente, más conflictiva.
Los dos son la primera representación de fuerzas múltiples en cada suite y nos piden que consideremos lo que sucede cuando dos entidades separadas se unen. Esta pregunta tiene varios resultados, como todos podemos confirmar. A veces las uniones son armoniosas, bendecidas por la magia de la conexión instantánea y las experiencias compartidas. Y a veces las uniones son espantosas, menos entre dos personalidades y más entre partes de nosotros mismos.
La mejor forma de entender el Tarot es a través de la narración. Con esta herramienta podemos ver lo que nos lleva de la claridad y esencialidad de los ases a las cartas numeradas más complicadas. Es decir, ¿qué ocurre cuando la pureza de una idea o energía se pone en práctica en el desordenado mundo cotidiano?
El dos de espadas nos muestra cómo la certeza mental del as es rápidamente atemperada por nuestros propios pensamientos individuales. Vemos una figura que sostiene dos espadas cruzadas frente a su pecho. Estas bloquearon el camino a seguir con una combinación de miedo y aprensión, eligiendo en cambio retirarse en sí mismo pensando en todas las razones para quedarse. En este caso, la unión de una meta o idea clara y nuestros pensamientos internos (en este caso dudas y miedos) puede conducir al estancamiento.
El dos de pentáculos nos muestra un personaje haciendo malabarismos con las realidades de hacer que las cosas sucedan. Es el reto muy concreto de “hacerlo todo”. Combinamos una oportunidad (el as) con nuestros esfuerzos en el mundo real. No es tan estable como un pentáculo acunado en una mano que emerge de una nube, claro, pero es mucho más dinámico y real, y tiene un gran potencial para arrancar. Este naipe muestra la parte invertida y, a veces, divertida de hacer malabares con nuestra vida diaria.
El dos de bastos es una representación entrañable de cómo la inspiración del as de bastos rápidamente hace que nuestras vidas se sofoquen cuando se combina con nuestras propias ambiciones. Los bastos no son el grupo de cartas más paciente, y ambas ejemplifican nuestra impaciencia por hacer las cosas. Una vez que se nos ha ocurrido una idea, es difícil permanecer en un lugar, esperando. Lo que antes parecía acogedor y cómodo ahora es casi intolerable. Afortunadamente, como en ambos casos, las cosas recién comienzan y casi todo cambiará a medida que se desarrolle este camino.
Finalmente llegamos a la más pacífica de las cuatro, la romántica y soñadora. dos de copas. No sorprende que las copas funcionen bien como dos. Las copas se tratan de conectar, reunir y colaborar. Como todas las cartas, estas dos pueden referirse a un viaje personal, conectando fructífera y amorosamente con una parte de ti mismo, o uno interpersonal. Sí, el Dos de Copas es una carta muy positiva para ver en lecturas románticas. Además, pueden significar una unión exitosa en los negocios, la amistad o cualquier acercamiento platónico. En todas las situaciones, existe una incipiente sensación de armonía, confianza y mucho espacio para el crecimiento de ambas partes.
Con los dos, es importante recordar que la armonía y la tensión pueden manifestarse de forma positiva o negativa (o ambigua) dependiendo de la situación y de las cartas que la rodean. ¿Cómo se han manifestado los dos en tus lecturas del tarot? Comparte tu opinión en los comentarios de abajo.